Franz Kafka : el cartero de muñecas
Kafka y la muñeca viajera - Jordi Sierra
Franz, Kafka solía pasear, pese a su mala salud,, por el parque Steglitz, en Berlín, en su último Un día, cuando daba su rutinario paseo, Franz, Kafka se encontró con una niña en llanto desesperado. Conmovido por la niña, se acercó para ayudarla. Elsi, así se llamaba esa niña, había perdido su muñeca. Para el escritor esto fue una situación nueva y en un intento por conseguir calmar a la niña de su llanto y tristeza, la acompaño primero por el parque buscando la muñeca y ante la infructuosa búsqueda, decidió contarle a la niña que su muñeca era una muñeca viajera, y que no la había perdido: “sucede que algunas muñecas se van de viaje y la tuya se fue, porque te ha enviado una carta” presentándose el mismo como un cartero de muñecas. Al día siguiente, y durante los siguientes 13 días, Kafka se presentaba en el parque con una carta donde contaba las peripecias de la muñeca. La historia fue contaba por la última pareja de Kafka, Dora, que vivió los hechos. Y si bien el amigo personal de Kafka, Max Brod, no cumplió su palabra y no destruyo las obras no publicadas de Kafka, salvándolas para el deleite de los lectores, nadie ha sido capaz de encontrar a Elsi, la niña que tuvo el honor de recibir día a día la que probablemente fuera la obra con la que Kafka mas se involucró en toda su vida.
Jordi Sierra i Fabra reconstruye esta historia, incluyendo las cartas, que el mismo inventa. La historia es un viaje al corazón de las personas, a la inocencia. Es una abstracción momentánea de cualquier realidad, para internarnos en el mundo fantástico de los viajes de la muñeca, de la sorprendente comprensión de los niños a un mundo que se les escapa, y la veracidad de sus sentimientos. A la credulidad perdida por este mundo adulto en el que vivimos. Hace que olvidemos por un momento quienes somos, y que asistamos como espectadores ajenos a una de las escenas mas bonitas que se pueden leer y compartir.