LA FLOR MÁS GRANDE DEL MUNDO
José Saramago (Portugal 1922-)
Ilustraciones de João Caetano.
Traducción de Pilar del Río.
Madrid, Editorial Alfaguara, 2001
Ilustraciones de João Caetano.
Traducción de Pilar del Río.
Madrid, Editorial Alfaguara, 2001
Es una historia de una extraña belleza. Saramago desde su rincón de escritor, humildemente, invita a la lectura de un cuento fantástico. Esta historia, sigue la tradición del cuento popular, trata de un niño que se convierte en un héroe, abandona su casa y recorre parajes extraños hasta llegar a su destino, que es salvar una flor que se está muriendo.
La Flor más grande del mundo es un relato alegórico sobre la fuerza de la voluntad y el afán de resolver los problemas. El “niño”, es un personaje que quiere descubrir el mundo y para ello debe enfrentarse a situaciones extrañas, irracionales y fantásticas, que resuelve con gran dificultad pero con decisión. Aunque está escrito para niños, no es un libro fácil. La aventura va sucediendo y nos va conduciendo hacia el final pasando por símbolos y enigmas con una fluidez extraordinaria más allá de lo imaginable, el desenlace de la historia nos vuelve a la normalidad, provocando finalmente la reflexión deseada por el autor. Las ilustraciones que acompañan al texto, el colorido, los mismos personajes son un complemento a este viaje alucinante, la imagen del autor, tratando de escribir una historia para niños nos vuelve a lo real, dejando de vez en cuando que la imaginación transcurra por estos paisajes irreales y extraordinarios. Saramago, desde su situación de escritor apela a la inteligencia del pequeño lector/ receptor, pero también invita a los adultos a acompañar a esta lectura.
(7–8 años con acompañante)
La Flor más grande del mundo es un relato alegórico sobre la fuerza de la voluntad y el afán de resolver los problemas. El “niño”, es un personaje que quiere descubrir el mundo y para ello debe enfrentarse a situaciones extrañas, irracionales y fantásticas, que resuelve con gran dificultad pero con decisión. Aunque está escrito para niños, no es un libro fácil. La aventura va sucediendo y nos va conduciendo hacia el final pasando por símbolos y enigmas con una fluidez extraordinaria más allá de lo imaginable, el desenlace de la historia nos vuelve a la normalidad, provocando finalmente la reflexión deseada por el autor. Las ilustraciones que acompañan al texto, el colorido, los mismos personajes son un complemento a este viaje alucinante, la imagen del autor, tratando de escribir una historia para niños nos vuelve a lo real, dejando de vez en cuando que la imaginación transcurra por estos paisajes irreales y extraordinarios. Saramago, desde su situación de escritor apela a la inteligencia del pequeño lector/ receptor, pero también invita a los adultos a acompañar a esta lectura.
(7–8 años con acompañante)
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