El Taller
Adriana V. Andersson
La necesidad de proponer nuevas acciones que faciliten o los niños la apropiación de conocimientos y la realización de experiencias en forma ameno y dinámica pero a la vez reflexiva y cooperativo, ha llevado a elegir la modalidad de taller como estrategia didáctica.
La comprensión de lo que un taller implica requiere su análisis desde las diferentes perspectivas que siguen:
1) El espacio físico y ambiente que involucra.
2) El rol docente.
3) El accionar de los niños.
4) Su dinámica.
1) El espacio físico puede ser el aula o un salón anexo a ella dispuesto especialmente, que contenga mobiliario apropiado y ofrezca materiales variados.
En ambos casos, el lugar tendrá que estructurarse, desestructurarse y reestructurarse de modo tal que se adapte a las diversas propuestos de acción del grupo escolar.
Involucrará un clima de relaciones interpersonales entre los niños que lo forman y entre éste y los docentes que se caracterice por ser alegre, placentero y favorezca lo reflexión, el intercambio respetuoso y el hacer independiente y cooperativo. Un ambiente donde se pueda experimentar, pensar, crear, jugar y trabajar en forma dinámica.
2) Desde el enfoque del docente, el taller requiere una renovación esencial en el ejercicio de su rol, que involucra un análisis profundo de su accionar pedagógico y un cambio de actitud frente al niño.
Uno reflexión crítico y objetiva le permitirá decidir las modificaciones necesarias en el modo de proponer, organizar y llevar a cabo lo actividad del nulo poro posibilitar que los niños construyan su conocimiento.
Dicho transformación implico dejar de ser protagonista para transformarse en guía, orientador y coordinador, centrando el eje del proceso de enseñanza-aprendizaje en ellos, toreo nada fácil y que constituye un verdadero desafío.
Uno de los pasos fundamentales es tener en cuenta no sólo las necesidades reales de los pequeños, sino sus intereses y emergentes grupales y considerar básicamente que el taller es paro ellos una experiencia de aprendizaje que permite pensar y actuar en conjunto, integrando lo individual y lo grupal. Es pues una experiencia de gran connotación social.
Mas aún, será importante conocer las características evolutivas de los niños para comprender el proceso por el cual atraviesan y saber así qué se puede esperar de ellos, cuándo y cómo incentivarlos y brindarles la información necesaria paro que aprendan, proporcionando un tiempo para ensayar y errar, para charlar y reflexionar. Logros efectivos en rol sentido se producirán siempre que los docentes:
- Proporcionen materiales ricos en variadas y creativas posibilidades de uso.
- Ofrezcan un espacio para experimentar, ensayar, errar y corregir.
- Den el tiempo necesario para reflexionar, preguntar, dudar, opinar, anticipar
fundamentar, proponer y resolver.
-Brinden oportunidades para contactarse con los otros pares, con los adultos, con la comunidad y con la realidad circundante.
-Propongan actividades, problemas y experiencias generadoras de conocimiento.
-Acepten el error como elemento positivo dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, pero ayudando al niño a descubrirlo y superarlo.
-Entiendan que es más importante el proceso de desarrollo de las actividades que el producto final.
-Consideren lo experiencia concreto como necesidad imperiosa para aprender.
-Participen con el grupo en forma dinámica, animadora, comunicativa, interesada y orientada a lograr una eficaz integración grupal y un aprender cooperativo.
3) Los posibilidades didácticas del taller se concretan en relación directo con el accionar de los niños que comparten experiencias, en tanto que ellos:
-Se expresen con libertad, sin temor a disentir con sus compañeros o con los adultos pero fundamentando sus opiniones.
-Escuchen con atención a los demás y en general sean capaces de aceptar la decisión de la mayoría.
-Reflexionen sobre diferentes hechos y propongan acciones.
-Anticipen resultados y los confronten.
-Concreten sus propuestas e iniciativos.
-Cooperen y proyecten con sus pares y maestros, construyendo normas de funcionamiento grupal, haciendo elecciones conjuntas y tomando decisiones que se plasmen en una organización y acción compartidas.
-Accionen en pequeños grupos, con el grupo en su totalidad o en forma individual, pero siempre alrededor de un proyecto común que genere productos terminados o permita desarrollar un juego.
4) El taller como estrategia dinámica se basa en lo acción grupal orientada hacia la concreción de un proyecto común.
Su planificación incluye varios aspectos:
-La propuesta de proyectos que puedan provenir tanto de lo maestra como de los niños.
-El análisis de sus posibilidades de concreción o través de un intercambio de ideas o de una discusión paro decidir los más atractivos.
-La elección conjunto del más interesante para todos.
A continuación se definen los roles y las tareas o acciones a realizar y se organizan los subgrupos de acuerdo con los inclinaciones personales, los sugerencias de otros o la compañía de amigos.
El desarrollo del taller comienza o partir de la búsqueda, selección y organización de materiales y elementos necesarios para llevar a cabo el proyecto e incluye en algunos casos, la reestructuración del espacio físico según los requerimientos de lo actividad. Luego ésta se inicia.
Los niños concretarán sus propias vivencias a través de exploraciones, expresión de sentimientos, sensaciones e intereses, surgiendo en ocasiones, definidos emergentes grupales.
El docente interesado en el accionar de los niños, participa ofreciendo, colaborando y generando anticipaciones o formulación de hipótesis para verificar, a través de preguntas realizadas en momentos oportunos.
La evaluación se realiza en forma constante durante todo el proceso a través de lo observación, del diálogo espontáneo de los niños o en ocasiones orientado por la maestra; acciones que permiten concretar un valioso seguimiento de los logros que se alcanzan y una supervision del desarrollo de las propuestas y del interés de los participantes.
Así la evaluación es siempre doble: individual y grupal.
Al finalizar la elaboración del proyecto, que en ocasiones puede concluir con un juego, se lleva a cabo una evaluación general y compartida, en la que todos y cada uno de los integrantes del grupo comunica su impresión, lo que hizo, para qué y lo que descubrió.
De este modo pueden surgir otras posibilidades para ampliar el mismo proyecto o para llevar a cabo nuevas experiencias de aprendizaje que enriquezcan su caudal de conocimientos.
Determinar tiempos de duración y frecuencia de aplicación del taller, sería subestimar la experiencia que cada docente posee para establecer un lógico equilibrio entre distintas estrategias metodológicas o para utilizar más aquellas que convienen al grupo. Es importante en el taller incluir momentos de acción y vivencia, de reflexión y conceptualización en forma alternada, pero sin pretender resultados uniformes y óptimos.
También lo es, tener presente que la aplicación de esta estrategia, dependerá siempre de lo etapa evolutiva de los niños.
Además, de acuerdo con la disponibilidad y amplitud del lugar destinado para la realización de los actividades, éstas pueden coordinarse en un solo taller o con otros docentes en talleres simultáneos.
Su ubicación en espacios diferentes, permitirán la asistencia de niños de variadas edades según sus intereses.
Por último, esta introducción simplemente constituye un breve e inicial aporte para quienes emprendan la tarea de coordinar talleres, en la confianza de que a través de ellos se obtengan logros positivos.
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